Los Chargers desperdician una ventaja de 27-0 al medio tiempo para quedar eliminados por los Jacksonville Jaguars en el juego de wild card de la NFL
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JACKSONVILLE.- Los Chargers sufrieron la peor derrota de su historia, en la cual nunca han ganado un Super Bowl, y que ha tenido múltiples fracasos, pero nunca como el de la noche del sábado en la que dejaron escapar una ventaja de 27 puntos para ser eliminados por los Jacksonville Jaguars.
Los Chargers dominaron a placer la primera mitad del partido y parecía que navegaban hacia la ronda divisional de los playoffs, luego de que durante los primeros dos periodos consiguieron 27 puntos sin respuesta, ante unos Jacksonville Jaguars que no respondían y parecían eliminados desde la primera mitad.
Sin embargo, los Chargers tienen ya maestría en arruinar encuentros que tienen ganados, en una especie de maldición que supera posiblemente a cualquier otra franquicia deportiva, pues con el juego en la bolsa no fueron capaces de sellar una ventaja que era única.
Su mariscal de campo Justin Herbert lanzó para 273 yardas, en una noche en la que además no tiró intercepciones y si adicionó un touchdown más a su prominente carrera, que podría verse frenada por esta noche, que sin duda lo dejará marcado.
Los errores de los Chargers permitieron que el mariscal de campo de los Jaguars, Trevor Lawrence, se reivindicara tras ser interceptado en cuatro ocasiones durante la primera mitad, en lo que parecía un escándalo para un jugador de la NFL, la mejor liga de todo el planeta.
Al iniciar el tercer periodo, y tras seguramente una muy fuerte reprimenda en el vestidor, los papeles se voltearon y fueron los Chargers quienes fallaron en todos los aspectos del juego.
Pero ninguna falla se compara a la del pateador Cameron Dicker, quien había conseguido tres goles de campo, pero cuando su equipo necesitó uno de rutina lo erró y con ello puso el partido en bandeja de plata a los Jaguars, que no dejaron escapar la oportunidad.
Con el reloj a punto de llegar a su fin, Riley Patterson cumplió y contrario a lo de Dicker, si logró anotar los tres puntos que necesitaban los Jaguars para llevarse el partido de manera dramática 31-30 en un final de película de Hollywood, pero con locación en Jacksonville.
Los Jaguars consiguieron así el pase a la siguiente ronda y los Chargers tendrán un muy complicado regreso a Los Ángeles, sede del equipo al que llegaron tras dejar a San Diego, y en el que la afición no ha logrado identificarse con ellos, menos lo hará ahora que han dado la imagen de un equipo sin alma, perdedor y que no corresponde a la trayectoria triunfadora que siempre ha acompañado a los conjuntos deportivos de esta ciudad.
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El futuro del coach y buena parte de los jugadores de los Chargers queda en entredicho, una vez que el dueño Dean Spanos analice lo que ha sido la temporada y vea en lo que se convirtió su inversión en el presente año.
Una vez más los Chargers fallaron, en esta ocasión de manera grotesca, y lo que pueda ocurrir con la franquicia es un verdadero enigma ante la ola de desaciertos que han tenido en las últimas temporadas.
La fiesta en Jacksonville continúa esta noche tras la increíble historia que escribieron los Jaguars amarrando un boleto a la ronda divisional que parecía tenían perdido de forma prematura y que lograron rescatar en el último momento del juego.